domingo, 8 de enero de 2012

Iceland, naturaleza salvaje

Este viaje lo puedo resumir en una palabra, INCREIBLE, naturaleza en estado puro, a cada kilómetro que recorriamos nos iba gustando más y más, creo que todavía me dura el dolor de mandíbula de estar todo el día boquiabierto, me he prometido que tengo que volver y si es posible dedicarle más tiempo para realizar un reportaje como se merece el lugar.


Os dejo una pequeña muestra, aunque nada es comparable a vivirlo en primera persona...